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Efectos cerebrales de la marihuana: lo que revela la neurociencia moderna

El cannabis ha acompañado a la humanidad desde tiempos antiguos, pero solo recientemente la ciencia ha comenzado a entender a fondo cómo actúa en el cerebro. Gracias a los avances en neuroimagen y neuroquímica, hoy podemos observar en tiempo real los efectos cerebrales de la marihuana, y distinguir entre mitos, riesgos reales y posibilidades terapéuticas.

¿Qué sucede en el cerebro al consumir marihuana?

Cuando se consume marihuana, los compuestos activos —especialmente el THC (tetrahidrocannabinol)— ingresan al torrente sanguíneo y viajan al cerebro, donde se unen a receptores específicos del sistema endocannabinoide, principalmente los receptores CB1.

Este proceso afecta la comunicación entre neuronas, alterando funciones cognitivas, motoras y emocionales.

Áreas del cerebro más afectadas por el THC

La marihuana no afecta todo el cerebro por igual. Estas son algunas de las regiones más impactadas:

1. Hipocampo

Encargado de la memoria y el aprendizaje. El THC puede dificultar la formación de nuevos recuerdos y afectar la memoria de corto plazo.

2. Corteza prefrontal

Relacionada con el juicio, la toma de decisiones y el control de impulsos. Bajo los efectos del cannabis, estas funciones pueden verse temporalmente alteradas.

3. Amígdala

Gestiona emociones como el miedo o la euforia. Por eso, algunas personas pueden sentir alegría desmedida, mientras que otras experimentan ansiedad.

4. Cerebelo y ganglios basales

Controlan el movimiento y la coordinación. El THC puede afectar el equilibrio y los reflejos.

Cambios cerebrales a corto plazo

Los efectos inmediatos de la marihuana en el cerebro incluyen:

  • Euforia o relajación
  • Alteraciones en la percepción del tiempo y el espacio
  • Disminución de la concentración
  • Dificultades para recordar información reciente
  • Aumento del apetito
  • Posible ansiedad en dosis altas

Estos efectos suelen durar de 2 a 6 horas, dependiendo de la dosis y la forma de consumo.

¿La marihuana cambia la estructura del cerebro?

La ciencia todavía debate esta pregunta. Algunos estudios con usuarios crónicos muestran ligeros cambios en la densidad o volumen de ciertas regiones cerebrales, especialmente en quienes comenzaron a consumir en la adolescencia. Sin embargo:

  • No se ha comprobado que estos cambios sean permanentes.
  • Muchos efectos parecen reversibles tras semanas de abstinencia.
  • El impacto varía según la dosis, la frecuencia y la edad del usuario.

Riesgos y vulnerabilidades

No todas las personas responden igual al cannabis. Existen factores que aumentan el riesgo de efectos negativos:

  • Iniciar el consumo antes de los 18 años
  • Tener antecedentes familiares de trastornos mentales
  • Consumir variedades con alto contenido de THC y bajo CBD
  • Uso diario y prolongado

En estos casos, puede aumentar la probabilidad de sufrir episodios de ansiedad, depresión o incluso síntomas psicóticos transitorios.

¿Y los beneficios cerebrales?

No todo son riesgos. El cannabis —especialmente el CBD y fórmulas equilibradas— puede ofrecer beneficios neurológicos comprobados en contextos terapéuticos:

  • Reducción de convulsiones en epilepsias resistentes
  • Alivio del dolor crónico y neuropático
  • Mejoras en el sueño y el apetito en pacientes con cáncer o VIH
  • Potencial neuroprotector en enfermedades como Parkinson o Alzheimer

Conclusión: el cerebro bajo el lente de la ciencia cannábica

La neurociencia moderna nos ofrece una visión más clara, matizada y precisa sobre cómo la marihuana afecta el cerebro. Ya no se trata de condenarla ni de idealizarla, sino de comprenderla con base en la evidencia.

El conocimiento es la mejor herramienta para tomar decisiones conscientes, responsables y saludables.

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